Bacalar
La laguna de Bacalar es conocida como la “laguna de los siete colores” por sus tonos siempre cambiantes que van desde el blanco arenoso hasta los tonos verdes y azules.
Esta variedad de colores se debe a una combinación de factores: el agua cristalina, el color suave del fondo de la laguna, los rayos del sol y la profundidad ondulada que no supera los 6 metros.
La laguna cristalina se extiende en la distancia dando casi la impresión de que se está mirando el Mar Caribe. Los exuberantes manglares de la selva rodean zonas del lago y el lado sur del agua cuenta con extensas formaciones fósiles que pueden explorarse. Belleza natural en su máxima expresión, Bacalar es un tesoro mexicano.
Dado que Bacalar está ligeramente alejado de las rutas turísticas y no tiene playa, se ha mantenido como un destino muy económico en Quintana Roo. A pesar de la increíble belleza del lago y de las maravillas naturales que lo rodean, es posible encontrar un alojamiento muy agradable a precios razonables. También hay muchos restaurantes que sirven comida de buena calidad a precios regulares, lo que convierte a Bacalar en una gran opción para los que quieren que su dinero llegue más lejos.
Además, Bacalar conserva un aire más tradicional mexicano que muchos otros destinos de la región. Más popular entre los turistas nacionales que entre los extranjeros, es un gran lugar al que acudir si se está interesado en la cultura y las tradiciones locales. Si se visita durante las dos primeras semanas de agosto, se tendrá la suerte de disfrutar de las Fiestas de San Joaquín de Bacalar, en las que las calles cobran vida con bailes, desfiles, juegos y actos culturales.
Quintana Roo es un estado extremadamente popular para el turismo y algunas zonas como Cancún, Tulum y Playa del Carmen pueden estar muy concurridas. Bacalar, por el contrario, sigue siendo relativamente tranquilo y en temporada baja puede tener la suerte de pasear por partes del lago sin ver a demasiada gente. Los hoteles que se encuentran más allá de la ciudad principal también ofrecen un entorno tranquilo, que permite a los huéspedes relajarse y desconectar.
Como hemos dicho, al estar situado en el segundo lago de agua dulce más grande de México, no es de extrañar que los deportes acuáticos sean populares y abundantes aquí. Deslícese por las aguas multicolores en un kayak, sobrevuélelas en una moto acuática, salga en un velero o pesque en este lago tan grande que casi parece el océano.
Por último, Bacalar está convenientemente situado para explorar las zonas arqueológicas y los cenotes cercanos, muchos de los cuales son menos conocidos en la región. Al igual que Bacalar, estos sitios son más tranquilos que otros en el estado y es muy posible que puedas explorarlos solo sin ninguna multitud.
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